Distinguiremos claramente entre dos tipos de alteraciones en la escritura y firma, las realizadas con dolo y ánimo de llevar a cabo una falsificación y con ella, eludir las responsabilidades de lo manuscrito en el caso de ser una persona la que no realice sus grafismos de forma sincera con afán de hacerlos pasar por los de otra persona o, cuando segunda persona intente imitar los grafismos de otra, para atribuírselos y así esta heredar esas responsabilidades del documento firmado o escrito.
Por otro lado tendremos las involuntarias, alteraciones donde a pesar de existir ciertas discrepancias con los grafismos naturales u originarios y que podrían hacer dudar a la persona que los examine, la palabra falsificación no entra en juego, siendo factores totalmente ajenos a la voluntad del amanuense los que deforman lo escrito.
Índice
Voluntarias: Automodificación, copia e imitación
Las voluntarias las podremos dividir en tres tipologías diferentes. En la primera de ellas, la falsificación la realiza el titular de la firma falsa. En las otras dos, es una persona ajena la que realiza la firma de su titular, en la segunda, las copias, auxiliándose de algún medio para su reproducción, pudiéndose considerar como un trabajo más artesanal o artístico y, en la tercera, el falsario directamente a través del útil y únicamente dotado de su maña y destreza escritural realiza la firma a falsear.
Autodeformación escritura
Entenderemos por automodificación, autodeformación, autofalsificación, desfiguración o disimulo a los grafismos realizados por una persona cambiando de forma consciente su escritura natural y, al hacer la escritura artificiosa eludir las responsabilidades que genere la misma.
Su detección se supone que no es excesivamente compleja pues la persona al realizar por ejemplo su firma autodeformada, si quiere que la misma surta efectos legales y pueda pasar como genuina (sin la adulteración) tendrá que tener elementos comunes con la originaria y por otro lado partes completamente dispares. Su detección se hará por la similitud de los aspectos genéricos de la escritura en las partes comunes y por los gestos tipo, aquellos rasgos más individualizadores, como los puntos de ataque, escape, torsiones, nudos, etc., tanto en las partes comunes como en las totalmente dispares. En las partes totalmente dispares asimismo se podrán apreciar movimientos no graficados análogos.
El problema es que en la actualidad el modus operandi no es siempre así, llegando a hacer grafismos totalmente dispares en su forma con los originarios por lo que se carecerán de elementos comunes de cotejo como para su análisis.
Este tipo de alteraciones igualmente comprenderán los anónimos.
Copia o imitación escritura
Aquí, con más o menos acierto dependiendo del tipo de falsificación se intentará reproducir la firma originaria sin alteración gráfica de la misma. Existen distintos tipos:
Libres
- Arbitraria: Es esa firma falsa en la que el falsificador no conoce la firma auténtica a falsificar por lo que se podría considerar como una firma inventada. Las características de estas firmas son la total disparidad entre la cuestionada y la indubitada. El problema a veces radica en saber diferenciar este tipo de alteraciones con las automodificaciones, aunque podrán ser detectadas por las discrepancias en los gestos tipo como los puntos de ataque y escape.
- Imitación de elementos: En este caso, aunque el falsario sepa cómo es la firma a copiar, no ha tenido acceso a la misma todo el tiempo necesario para retenerla visualmente por lo que estructuralmente, en su idea de ejecución, parte de la firma falsa será parecida a la firma original y parte totalmente divergente.
Calcos
- Transparencia: Es el método clásico de calcado, el que usan los niños tradicionalmente para la copia de dibujos por ejemplo, donde una vez poseyendo un documento con la firma original, se procede a situarlo entre una fuente de luz y el documento donde se pretenden ubicar los grafismos falsos, facilitando esta fuente de luz el poder dibujar la firma falsa repasando el trazado visible de la genuina. Este tipo de falsificaciones serán delatadas por temblores y reenganches.
- Punta Seca: Aquí el falsario tiene en su poder la firma original a falsificar y en lugar de confiar en su destreza a la hora de “dibujarla”, opta por realizar la firma falsa lo más parecido a esta. La falsificación se lleva a cabo de la siguiente forma: el falsificador coloca el documento que porta la firma original sobre el documento a falsificar, haciendo coincidir la firma indubitada sobre donde va a ir ubicada la firma falsa. A continuación con un punzón de punta roma o un útil escritural carente de tinta repasa la firma original apretando más de lo habitual con el fin de que se quede marcado el surco en el documento a falsificar. Finalmente ese surco del documento falso se entinta.
- Al carbón: Esta modalidad es similar a la anterior pero entre el documento que contiene la firma original y el que va a contener la firma falsa se intercala un papel de carbón. El resultado será tener en carboncillo la firma originaria con lo que a continuación el falsario solo tendrá que repasarla con el útil escritural que desee y finalmente con una goma de borrar, eliminar los restos que pudieran quedar del carboncillo. La ventaja sobre el anterior es que se ve la firma a dibujar y que al no precisar de tanta presión para plasmarla en el documento a falsificar, no será evidente el relieve. Será detectable por temblores, quedar aún resto de carboncillo y por el levantamiento de fibras del papel junto a los bordes de los trazos.
- Con instrumental: Como su nombre indica en esta otra modalidad prima el uso de instrumental técnico para la copia/imitación de la firma que abarca desde los más simples como el uso indebido de sellos húmedos realizados por empresas para la estampación de sus firmas, normalmente de altos cargos que tienen diariamente un gran volumen de documentos a firmar, la falsificación de uno de estos sellos o simplemente el uso de un medio que nos reproduzca las grafías que es lo que en todos los manuales de referencia se llega a mencionar, el pantógrafo. De hecho, el pantógrafo es un instrumento de copia para moldes por ejemplo de moneda metálica, pero existe uno destinado exclusivamente para la escritura, el autopen, usado incluso por relevantes políticos históricamente.
Imitación
Estas falsificaciones son quizás las más frecuentes en procesos judiciales quizás por pensar los falsificadores que son las más difíciles de detectar aunque como veremos no siempre es así.
Como ocurría en el caso de las falsificaciones por calco, el falsario igualmente tiene en su poder la firma original a falsificar y distinguiremos entre ellas a dos tipos bien diferenciados:
- Servil. Aquí el falsificador a la vez que mira la firma original va “dibujando” la firma falsa, por lo que este hecho quedará patente ya que, como vimos en el tema dos, la vista es imprescindible en el acto escritural y la misma no estará de forma fija sobre el soporte donde se escribe. Son las alteraciones que se detectan con mayor facilidad junto a las copias. Son firmas de velocidad lenta, con paradas, reenganches y temblores.
- Asimilación de grafías. Es con diferencia el tipo de falsificaciones más difícil de detectar. Son básicamente, y con un lenguaje accesible para todo el mundo, firmas “entrenadas”. Normalmente estas falsificaciones se realizan por personal de confianza del titular de la firma genuina. Suelen ser sus titulares personas que tienen delegada su firma a este tipo personal de confianza, que tras una reiterada realización de la misma, y con reiterada nos referimos a una gran cantidad de veces en un tiempo prolongado, llegan a tener muy automatizada su idea de ejecución. Esto hará que la detección de estas falsificaciones sea patente únicamente por los gestos tipo, aquellos factores más individualizadores de la escritura.