Existen multitud de métodos implementados para el estudio de los textos manuscritos y firmas, aunque de todos ellos muchos han pasado a un segundo plano y otros son mas utilizado tanto por las policías forenses como con los peritos caligráficos privados. El más implementado y expandido es el método grafonómico.
Índice
Método Grafométrico
Se basa en el principio de “saber es medir” y lógicamente procura distintas mediciones de los grafismos con el fin de obtener un rango de tolerancia de unos valores dentro del cual debe estar comprendido el grafismo acriminado.
Este método fue creado con el fin de evitar la subjetividad de los peritos, si bien la práctica de ciertas pruebas grafométricas implica precisamente cierta subjetividad como se verá líneas más abajo, dada la complejidad de toma de determinados puntos de referencia.
Aunque el método fue experimentalmente llevado a cabo por Frazer ya en 1894 y Langenbruck en 1914, no fue puesto en práctica hasta la creación del Laboratorio de Policía Técnica de Lyon por Edmond Locard, sin embargo ya a finales del siglo XVIII Saintomer hace referencia al término Grafometría, haciendo referencia simplemente a la proporcionalidad que deben reunir las distintas partes de las letras para su perfecta realización.
Como inconvenientes se pueden reseñar que se precisaba para un estudio fiable de una gran cantidad de muestras, la dificultad de realización y que no era válido para falsificaciones por calco. Con el paso del tiempo, son más los detractores de este método, así como sus propios impulsores que terminaron cediendo a la evidencia de los errores cometidos.
Método Gramatomórfico
Es también conocido como método Morfológico o Formal y, posteriormente como “bertillonismo”, ya que fue llevado a cabo por Alphonse Bertillon, criminalista que en el año 1879 creó la Antropometría como método de identificación.
Este método solo coteja la homografía o heterografía por lo que en caso de escrituras no espontaneas no es válido, ya que podría dar escrituras imitadas como de común autoría y escrituras automodificadas como de dispar autoría.
Método Caligráfico
Es también conocido como el método de los revisores de las letras. Es a grosso modo una evolución del método anterior ya que, aunque analice y coteje esencialmente letras análogas, también procede de igual forma con los trazos finos y gruesos, así como con los empastamientos. Fue usado a finales del siglo XIX y principios del XX. Como autores de relevancia que practicaron esta metodología destacan Federico Miracle y Carbonell.
Método Senalético-Descriptivo
Este método se basa en gran medida en las tablas antropométricas de Alphonse Bertillon, tratando de encontrar similitudes entre la anatomía humana del amanuense y su escritura en base a tres niveles de reconocimiento de esta (la anatomía humana), siendo el “connotati” o filiación, el “connotati salienti” o rasgos salientes y el “contrasegni particolari” o contraseñas particulares. El conjunto del estudio de estos tres niveles sería la “Metodología del señalamiento gráfico descriptivo”.
El primer nivel serían los rasgos genéricos de la descripción física de una persona que llevado al estudio de una producción gráfica nos daría las características más generalistas o las denominadas de clase en el ámbito anglosajón, las que pueden comprender a un grupo indeterminado de personas. En el segundo nos encontraríamos ya algunos particularismos fisonómicos de la persona, como puede ser el color de ojos, tamaño y forma de nariz, orejas o cejas que su análogo en la escritura equivaldría a la dimensión de las grafías y sus partes, forma de realización de los bucles, ojales o lazos, y características menos comunes entre el conjunto de las personas de la distribución y disposición.
En el tercero ya encontraríamos en la fisonomía una cicatriz muy peculiar o un verruga en un sitio en concreto que solo se pudiera relacionar junto a los anteriores dados con una sola persona, llevado a la grafoscopia no serían más que los rasgos plenamente individualizadores como los gestos tipo o determinadas faltas ortográficas u ortológicas muy peculiares.
Método Grafológico o Grafopsicológico
En España, ha tomado más fuerza la denominación de Grafología Pericial Judicial o más comúnmente Grafología Judicial. Este método busca determinar la similitudes o diferencias de la persona que realizó uno o varios escritos. No es viable el uso de este método en muestras calcadas o automodificadas de formas muy radicalizada.
Poco a poco es un método, o mejor dicho la Grafología como rama de las Ciencias del Grafismo, más demandado como auxilio a la Medicina Forense para la determinación de tendencias delictivas o perfiles criminales y, por ende, debería ser objeto de estudio dentro de las ciencias criminológicas y no criminalísticas.
Método Geométrico Estructural
Más que un método como tal, habría que entenderlo como una técnica auxiliar en el caso de cotejo de firmas pues no es más que el cotejo del desarrollo poligonal resultante de la unión de los puntos externos más representativos de las firmas a estudiar hasta conseguir dos figuras geométricas a comparar. Nacido y desarrollado en Polonia a raíz del III simposium del estudio de la escritura de la Universidad de Wroclaw en 1987.
Como se apuntó, además sólo sería válido para firmas ya que, en el caso de grafías o palabras, daría muchos falsos positivos. En la puesta en marcha del método es necesario tener presente que las firmas a cotejar se encuentren a igual tamaño y asimismo tener en cuenta la posible posición del soporte respecto al escribiente, por lo que al superponer los polígonos resultantes podremos girarlos ligeramente hasta 90 grados que es la variación natural que puede adoptar normalmente el papel respecto al eje central de la persona que se encuentra en frente.
Método Grafocinético
Este es una síntesis de los métodos Gramatomorfico, Caligráfico, Grafopsicológico, Grafométrico y Senalético‐descriptivo
Método Grafonómico
También denominado Grafoanalítico u Objetivo. Como su nombre indica estudia las características grafonómicas de las grafías por separado, tanto de las partes graficadas como los trazos invisibles (movimientos no graficados). La estructura de los correspondientes aspectos y subaspectos que comprenderían los grafismos serían los siguientes en virtud de dos tipos de exámenes realizados:
Análisis extrínseco
- Espontaneidad: la primera impresión de la escritura.
- Ritmo: comprende la velocidad, presión, grosor de trazos y rasgos y continuidad.
- Inclinación de los ejes: a la derecha, izquierda, etc.
- Orientación: ascendente, horizontal, descendente.
- Diagramación: legible, medianamente legible, ilegible.
- Irradiación: movimientos verticales y horizontales.
- Calibre de trazos y rasgos.
- Proporciones: de las partes de las grafías.
- Intervalos: entre grammas, letras y palabras.
- Cultura gráfica.
Análisis intrínseco
- Espontaneidad: retoques, detenciones, hesitaciones, temblores.
- Estudio de trazos y rasgos.
- Enlaces: escritura ligada o desligada.
- Morfología: escritura curva o angulosa, base del renglón
- Signos de puntuación: ubicación, situación, dirección y forma.
- Ortografía: normal o anormal.
- Dimensiones de las letras.
Método Grafocrítico
Este es fruto del gran trabajo llevado a cabo por el profesor español Félix Del Val Latierro y muy arraigado tanto en España como en Iberoamérica, hasta el punto que fue el germen del método Scopométrico. El término se debe a la obra homónima “Grafocrítica. El documento, la escritura y su proyección forense” (ed. Tecnos, 1.963) donde se desarrolla minuciosamente el examen forense de escrituras y, lo que posteriormente fue este método. El mismo por ejemplo es el seguido en el laboratorio de Grafística del Cuerpo Nacional de Policía y el desarrollado en los distintos manuales publicados por la D.G.P. Los aspectos y subaspectos son divididos en dos grandes bloques para su estudio:
- Aspectos constitutivos: el trazo y el rasgo, estudiando los distintos como los iniciales, los finales o de enlace y sus diferentes características como los puntos de ataque y escape.
- Aspectos estructurales: angulosidad, dimensión, dirección, enlaces, inclinación, presión, velocidad, proporcionalidad, ritmo, dominio escritural, calidad gráfica, decisión, espontaneidad, pulsación y automatismo.