La firma es un medio de identificación y forma de consentimiento y/o autentificación por escrito de un documento, por el que una persona se obliga, acepta, transmite o conforma un derecho, obligación o cualquier otro tipo de manifestación de carácter jurídico, social, cultural… mediante la impronta de la signatura en el documento donde consta dicho contenido.
Desde el inicio de la escritura, la necesidad del ser humano de identificarse de entre el resto de sus homólogos, bien con el fin de manifestar por ejemplo una creación (escultura, cerámica, una obra), o bien para dejar patente la conformidad en un negocio jurídico, dio origen a la creación inicial de signos distintivos del autor o compromisarios. Dichos signos o monogramas fueron evolucionando, y a medida que la burocracia y la generalización del documento para muchos de los actos de la vida diaria, unido al cada vez más extendido aprendizaje de la escritura, supuso que cada individuo fuera disponiendo de una signatura propia que le identificara y con la que expresa la conformidad o validez de los documentos que firma.
Es indudable la importancia que la firma tiene documentalmente en todo acto público, mercantil o privado, por ello merece un espacio para definirla pericialmente, ya que de ello se derivan informaciones a los fines de peritación caligráfica. La firma es un conjunto de gestos habituales y automatizados elegidos libremente sin restricción alguna que expresan el núcleo íntimo del ser individual, único e irrepetible. Es un caracterograma a la vez un biopsicograma, pues la expresión de elementos biográficos, fuerzas evolutivas y conflictos internos.
La firma es un movimiento personal, aceptado como símbolo social, que representa el Yo ideal profundo y la autoimagen valorativa de la importancia que el sujeto se da, de lo que cree ser o de lo que quiere ser. Su legibilidad y simplicidad pone de manifiesto la responsabilización del sujeto ante los compromisos que adquiere, así como la autenticidad y la sinceridad que imprime a sus actos.
Índice
¿Qué significa firma y de donde procede?
La palabra “firma” deriva del latín “firmare”, y según la RAE, la podemos definir a efecto de nuestra disciplina como:
- Nombre y apellidos escritos por una persona de su propia mano en un documento, con o sin rúbrica, para darle autenticidad o mostrar la aprobación de su contenido.
- Sello (carácter peculiar o especial).
En cuanto a la rúbrica, esta deriva del adjetivo latino “ruber, rubrum” (rojo). La denominación de la palabra rúbrica se ha ido atribuyendo a diferentes acciones hasta nuestros días, dando lugar a las actuales definiciones que recoge la RAE. Así en un primer momento esta denominación se daba en tiempos de los romanos a los títulos y capítulos de los libros por inscribirse estos en tinta roja, de ahí la frase “darse a la rúbrica” como expresión de dedicarse al Derecho, ya que estas inscripciones en color rojo eran muy habituales en los códigos y manuales de leyes. En la Edad Media esta denominación se daba a las grafías capitales de inicio de capítulo u hoja que se realizaban en color rojo en los Códices, siendo los encargados de dibujar e iluminar estas grafías capitales que se trazaban de forma adornada los “rubricatores”. Finalmente y en cuanto a su relación directa con la firma, la “rúbrica” según el grafólogo Albert de Rochetal, proviene de la inscripción “Scripsit‐Firmavit‐ Recognovit” (escrito‐firmado‐reconocido) inscrita en color rojo (rubrum) que se realizaba en documentos de relevancia en los países latinos, y que se estampaba una vez realizada la firma para validar o dar fe de su autenticidad, esta inscripción se iría simplificando y modificando por los usos sociales hasta derivar en una serie de movimientos graficados ilegibles, conformando finalmente esta serie de movimientos graficados de ejecución personal no reglados, la actual rúbrica tal y como la entendemos hoy.
Tipos de firmas
En la actualidad en los países latinos está establecida la libertad de forma en la firma, si bien podemos observar como en generaciones anteriores, y viendo firmas de nuestros mayores estas suelen componerse de nombre, apellido y rúbrica. Actualmente nos podemos encontrar una amplia tipología en cuanto a la composición de la firma, pudiendo clasificarla según se trate de:
Firma completa
Nombre/s seguido de uno o de los dos apellidos y en su caso rúbrica.
Media firma
Abreviaciones de nombre y/o apellidos, y si consta, rúbrica.
Visé
Movimiento graficado de ejecución simple que suelen tener las personas que por razones de su profesión deben realizar muchas firmas, si bien también nos encontramos a personas que sin ser ese su caso, ejecutan su única firma con un sencillo desarrollo gráfico.